Durante años, las prohibiciones estatutarias y deontológicas de la abogacía han provocado que los despachos jurídicos se moviesen de espaldas a cualquier tipo de publicidad para abogados.
Esto, afortunadamente, cambió a partir del año 2001, momento en el que la reforma estatutaria permitió a los abogados utilizar la publicidad. Hoy en día, el ejercicio técnico profesional de la abogacía se contempla, al igual que cualquier empresa u otro ejercicio profesional, como una actividad sometida a unas necesidades de supervivencia y desarrollo que ha de apoyarse en el marketing jurídico especializado, el que mejor se adapta a las tecnologías actuales y sus necesidades específicas.
¿Cuáles son las bases para el correcto desarrollo del marketing para abogados?
La tendencia actual para captar clientes y fidelizarlos se orienta, como principal soporte, a los medios digitales y al marketing automatizado y personalizado, destacando algunos puntos básicos:
- Creación de una imagen de marca profesional.
- Investigación de los mercados a los que nos dirigimos.
- Desarrollo de una estrategia de comunicación.
- Integración e implicación en las redes sociales.
- Aportación de contenidos de orientación jurídica útiles, originales y de calidad.
- Utilización de las tecnologías digitales con el desarrollo de apps.
- Campañas de promoción en buscadores y redes sociales.
- Aplicación de las diversas técnicas y herramientas de marketing automatizado, email y newsletter para el seguimiento de prospectos y la fidelización de clientes.
La utilización de las nuevas tecnologías para difundir la imagen y promover los servicios profesionales es ineludible en el campo de la abogacía, en el que se anuncia un camino que prevé una apertura mayor, debido a las posibilidades que la publicidad y el marketing ofrecen para los despachos de abogados. Como apunta el borrador del nuevo estatuto previsto en 2003 y pendiente de aprobación, en el que los límites establecidos por el de 2001 se ven ampliamente superados.
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